«Renovarse o morir»

A inicios del siglo XX una bebida despuntaba en la sociedad norteamericana, y no estoy hablando de la Coca Cola, sino de la sidra. Ésta bebida alcohólica introducida por los ingleses era consumida por la clase obrera, por lo estudiantes de las universidades y hasta la clase alta, todo iba viento en popa para los productores de manzanas y sidra en USA, hasta la década del 20. En 1920 se introdujo la ley seca en Estados Unidos, y eso trajo la caída en el consumo de la sidra, y por lo tanto la más probable bancarrota de los productores de manzana, esto hubiera sucedido sino hubieran cambiado su fin de producción de sidra a compota de manzana, uno de los postres más consumidos en Norteamérica, ésta hábil estrategia hizo que cientos de familias salvaran su porvenir.

A veces cuando algo deja de funcionar hay que renovarlo, o darlo por perdido. Algo similar paso con el volleyball y la llegada de la retransmisión de los partidos. El tanteador del volley siempre se llevó con lo que se llamaba “cambio de saque”, primero uno debía “ganar” la posesión del saque, y el próximo punto es el que se contaba. Esto generaba que los partidos duraran a veces muchas horas y que no se pudiera calcular aproximadamente su duración, lo cuál traía problemas para su retransmisión y hacía el deporte menos llamativo para el espectador. En 1998 se cambió oficialmente el sistema de puntuación a lo que se conoció como “rally point system”, cada punto cuenta. Esto agilizó tremendamente los partidos haciéndolos más atractivos. También se introdujo la figura del líbero para favorecer a la defensa, y la posibilidad de darle al balón con el pie, entre otras cosas. Gracias a eso podemos disfrutar de puntos como este.

En el baloncesto ya no quedaba mucha opción, los partidos se estaban tornando realmente aburridos, especialmente el jugado en 1950 ente los Fort Wayne Pistons y los Minneapolis Lakers, es recordado como el partido con menor puntaje en la historia de la NBA (19-18 para los Pistons). La razón es muy sencilla, aún no se utilizaba los 24 segundos de posesión que se utilizan hoy en día, y los equipos se dedicaban la mayor parte a perder tiempos, o los partidos se convertían en un carrusel de faltas, como en el partido entre los National y los Knicks, termino 75-69 favorable a los Nationals, eso si, todos los puntos de los vencedores llegaron desde la línea de libres, los 75. Hasta que llego Danny Biasone, que en cooperación con otros mandamases de la liga optaron, para salvar dicho deporte, poner un límite a la posesión del balón, 24 segundos ( se calculo que cada equipo tendría un total de 60 posesiones, dividiendo 120 entre el tiempo total del partido dio la famosa cifra de 24 segundos), esta norma cambió por completo el basketball moderno y fue aplicada casi simultáneamente en todas las ligas, favoreciendo así el espectáculo. Más adelante se introdujo la línea de tiro de 3 puntos, lo que fomentaba diferentes formas de atacar y quitaba un poco de relevancia a la estatura.

Chris Ford. Primer jugador en anotar un triple en la NBA

 

El baseball por ejemplo es un caso curioso. El lanzador o pitcher, se ubica actualmente en un montículo a una distancia de 60 pies y 6 pulgadas, ni una más, ni una menos, del bateador, cifra curiosa . Al principio (1870) el lanzador se ubicaba en una caja a una distancia de 45 pies, pero solo podía lanzar desde abajo, cuando llegó el año 1880 los lanzadores ya dominaban este estilo y se estaba convirtiendo en algo muy sencillo eliminar al bateador, por lo que se decidió alejar la caja a una distancia de 50 pies. Año tras año los lanzadores se hacían rápidamente con la nueva distancia, el número bateos caía así como la venta de entradas, por lo tanto la solución era la de siempre, atrasar 5 pies más el punto del lanzador hasta llegar al la distancia ideal en la que ninguno sale favorecido, las 6 pulgadas fueron ganadas al eliminar en el año 1893 la caja del lanzador.

James Van Alen fue el estadounidense que introdujo el tie-break (o “sudden death” en sus inicios), con el auge del tenis en la década de los 70`, el Sr. Van Alen organizó un torneo en Newport con sus propias reglas, en las que daría 5 dólares por cada punto hecho como premio a los tenistas. Pronto se dio cuenta que con algunos partidos interminables, como el González – Pasarel, en Wimbledon 1969 ( terminó 22-24, 1-6, 16-14, 6-3, 11-9), se fundiría rápidamente su fortuna, por lo que introdujo el tie-break. Éste fue rápidamente acogido por las diferentes asociaciones de tenis y se ha ido modificando hasta el que conocemos hoy en día, y James Van Alen paso a ser conocido como Mr. Tie-Break. Aún hoy, después del partido de Mahut-Isner, en Wimbledon 2010, en el que el 5ºset ( que no se define por tie break) se discute la necesidad de que el último set también se defina de esta manera, dicho partido comenzó el martes 22/6 y terminó el jueves 24/6, después de 11horas 45 minutos con Mahut e Isner fundidos sobre la pista. Eso sí, esto en USA no pasa, allí la televisión manda y el US Open es el único torneo a 5 sets en el que el 5º se define por tie-break.

Mahut e Isner con el histórico marcador

El fútbol que actualmente conocemos no siempre fue así, se ha ido modificando con los años hasta llegar a ser lo que es hoy. Se han introducido los cambios, las tarjetas amarillas y roja, hasta el travesaño que en sus inicios era solo una cinta. Pero tal vez lo que llama más la atención en este caso son aquellas normas que no llegaron a triunfar, por suerte. En la final de la Copa Uruguaya de 1996 (torneo de verano amistoso) entre Peñarol y Nacional, se probaron 2 reglas nuevas, una la tarjeta azul, que expulsaba a un jugador por 5 minutos ( la primera se la llevo el “Bola” Lima, quien sino…) y la segunda, en caso de empate, sustituir los lanzamientos de penales por el shot-gol. Consistía en que el jugador salía desde el centro del campo y tenía que marcar un gol antes de los 9 segundos, en frente solo estaba el portero. De los 10 jugadores que lo intentaron, solo marco uno (Bengoechea), lo cuál dejó bien claro la poca calidad para definir de los jugadores de ambos equipos. También les dejo un intento en Chile, donde se inventó algo que se llamó penal largo, por suerte tampoco prosperó. Vayan al segundo 50.

Actualmente todo va más rápido, tenemos menos tiempo, las televisiones y patrocinadores mandan más que nunca, los deportes seguirán evolucionando si no quiere desaparecer, pero corren el peligro de dejar de pensar en los más importantes para su supervivencia, los espectadores.

Película recomendad: «Rush». Película que nos cuenta la historia del corredor de Fórmula 1 Niki Lauda.

• Publicado en: La otra cara del deporte